SÍ es posible, mantener presente la felicidad en nuestra vida, la psicología positiva nos da la clave en tres rutas para poder lograrlo.
¿Para qué necesitas tener presente en tu vida la felicidad?
Está comprobado que mantener de forma constante la felicidad, mejora la salud mental – física y aumentan de forma habitual las sustancias químicas que nos protegen. Por tanto, entrenar nuestra habilidad para sentir felicidad es un objetivo necesario en nuestra lista de logros a alcanzar.
Para comenzar comparto contigo en este post las rutas que construyen felicidad.
Martin Seligman, psicólogo y escritor estadounidense, conocido en estos últimos años por su gran influencia en la psicología positiva, dice que el camino a la felicidad se puede iniciar por tres rutas.
Como muchas veces explico en los talleres y también en consulta, la felicidad es un estado o un sentimiento en el que caben muchos tipos de emociones, no sólo la alegría, satisfacción, ilusión, si no también, la tristeza, la desilusión, la decepción.
Comprender que estar en felicidad no depende de la ausencia de problemas o de dolor, si no de aprender a integrar todo lo que nos sucede, agradable o desagradable, como parte esencial de nuestra vida y aprender de ello, es el primer paso para comenzar a entrena la habilidad de sentirnos Felices.
Estas tres rutas para iniciar el camino a una felicidad que perdure en el tiempo, te ayudará a comprender esto que acabo de comentar.
Ruta del placer.
Esta primera ruta es la que busca la abundancia en emociones positivas tanto en el pasado, en el presente como en el futuro. Tiene que ver con nuestro bienestar basado en el placer. Es la felicidad hedonista, la que logramos cuando realizamos actividades que nos producen placer o conseguimos algo que nos da satisfacción. Digamos que es la que depende más de lo externo a nosotros, de satisfacer nuestras necesidades y deseos. La felicidad lograda a través de la ruta del placer es rápida, corta e intensa, pero también se disipa de la misma forma. Por supuesto siempre es bueno lograr felicidad hedonista o placentera, mientras no sea la única forma de llegar a ella.
Ruta del compromiso.
Tiene que ver con el equilibrio de nuestras fortalezas, sobre todo con aumentar las experiencias optimas en el día a día, ese flow del que habló el psicólogo húngaro Mihaly Csikszentmihalyi con el que podemos alcanzar estados de concentración intensos permitiéndonos activar habilidades, mantener la claridad de metas, transformar nuestro tiempo siendo más eficaces.
El compromiso nos lleva a mantenernos en acción y esta acción nos acerca a lograr mantener el avance y evitar quedarnos parados, avanzar siempre nos mantiene cerca de la felicidad.
Para Seligman la falta de compromiso sobre todo con la propia vida puede desencadenar estados de ansiedad y depresión. Un ejercicio para mantener el compromiso es escribir una lista de nuestras virtudes, cualidades y fortalezas. Aquello que hace posible que superes el día a día, la adversidad, los imprevistos. Una vez que somos conscientes de todo lo que poseemos, hay que entrenarlo, practicarlo todos los días para convertirlo en hábitos de vida.
Ruta del sentido.
Una forma de mantener activa la felicidad es dar sentido a lo que nos sucede día a día, a las situaciones, y dar un sentido positivo, de aprendizaje, de crecimiento o bien de trascendencia. Somos afortunados porque tenemos la libertad de elegir que propósitos queremos desarrollar, que objetivos deseamos alcanzar.
Cuando damos sentido a nuestra vida activamos emociones como la satisfacción, la ilusión, la curiosidad, la generosidad, la vitalidad, la resiliencia y muchas más que nos ayudan a apreciar lo que nos rodea, y a integrar mejor lo desagradable que nos toque vivir.
Todas estas rutas son necesarias para alcanzar una felicidad que esté presente en nuestra vida a pesar de las circunstancias de nuestra vida.
Y sobre todo comprometernos con la vida y darle un sentido de crecimiento y legado contribuirá aún más a alcanzar la felicidad.
Empieza hoy mismo a crear felicidad.
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