Imagina que estás navegando en un bote en medio de una tormenta. Las olas son altas, el viento sopla con fuerza y la visibilidad es escasa. Intentar tomar decisiones importantes en medio de esa tormenta sería difícil y arriesgado. Ahora, imagina que las aguas están tranquilas, el cielo es claro y puedes ver el horizonte sin obstáculos. En este estado, tomar decisiones es mucho más fácil y seguro.
Aprender a reconocernos emocionalmente es vital para mantener un equilibrio emocional que nos permita tomar las mejores decisiones incluso en momentos de tormenta.
La conexión entre Emociones y Decisiones
Nuestras emociones tienen un impacto directo en cómo percibimos las situaciones y, en consecuencia, en cómo tomamos decisiones. Cuando estamos en un estado de bienestar emocional, nuestras decisiones tienden a ser más claras, confiadas y alineadas con nuestros valores. Por otro lado, cuando estamos estresados, ansiosos o inseguros, es más probable que tomemos decisiones impulsivas o basadas en el miedo.
El estrés y la ansiedad pueden nublar nuestro juicio y hacernos enfocar en problemas inmediatos, dejando de lado las consecuencias a largo plazo. Seguro que te ha pasado: ante una situación de alta presión, optamos por la salida más rápida y menos conflictiva, en lugar de la opción más beneficiosa a largo plazo. Esto ocurre porque el cerebro, en momentos de estrés, prioriza la supervivencia y la respuesta rápida sobre el análisis detallado.
En cambio, cuando estamos emocionalmente en equilibrio, tenemos la capacidad de evaluar las situaciones de manera más objetiva. Podemos considerar múltiples perspectivas, ponderar las ventajas y desventajas, y tomar decisiones que realmente reflejan nuestras metas y valores. La calma y la confianza nos permiten mantenernos firmes en nuestras convicciones, incluso frente a la incertidumbre.
Cultivar un estado emocional equilibrado no solo mejora nuestra capacidad de decisión, sino que también nos permite responder a los desafíos de manera más efectiva.
Practicar la autorregulación emocional, la meditación, el mindfulness y mantener hábitos saludables son formas de mantener nuestras emociones en equilibrio. Así, podemos asegurarnos de que nuestras decisiones sean el reflejo de nuestra mejor versión, y no una reacción a nuestros miedos o inseguridades momentáneas.
Como bien dice Luis Rojas Marcos:
“El dominio de uno mismo es el origen de todo progreso y libertad.”
Tomar decisiones desde un lugar de equilibrio emocional es clave para vivir una vida plena y auténtica.
Cómo mejorar tu Bienestar Emocional
Por supuesto hay muchos caminos para esta mejora, y una vez que logramos la mejora lo más difícil siempre será adquirir el compromiso de mantener ese bienestar, porque la vida seguirá poniéndonos dificultades.
Hoy te voy a compartir dos formas que yo incorporé a mi vida para mantener el bienestar emocional.
Una técnica útil es que antes de tomar decisiones importantes establezca o definas la intención, es decir, el para qué o cuál es el propósito de tomar esa decisión. Antes de enfrentarnos a una decisión, pararnos un momento y respirar profundamente nos da un tiempo para regularnos emocionalmente y tener mayor claridad de nuestra intención. Esta práctica te ayuda a centrarte y a actuar desde un lugar de paz interior, en lugar de la ansiedad.
Platón dijo:
“Una buena decisión se basa en el conocimiento y no en los números”.
Otra técnica efectiva es la práctica del mindfulness, o atención plena. El mindfulness consiste en enfocarse en el presente y observar tus pensamientos y emociones sin juzgarlos. Esto te permite reconocer y aceptar tus sentimientos sin dejar que te abrumen. Jon Kabat-Zinn, pionero en la enseñanza del mindfulness, dice: “Mindfulness es la conciencia que surge al prestar atención de manera intencional en el momento presente y sin juzgar”. Al practicar el mindfulness, puedes calmar tu mente y reducir el estrés, lo que te permite tomar decisiones más equilibradas y conscientes.
Un dato científico es que la meditación no solo reduce el estrés, sino que también mejora la capacidad de concentración y la claridad mental, lo que nos permite tomar decisiones más informadas y equilibradas. Según Wayne Dyer, la meditación nos ayuda a conectar con nuestro yo interior y a escuchar nuestra voz interna, la cual guía nuestras decisiones desde un lugar de auténtica sabiduría.
Incorporar estas técnicas en tu vida diaria puede transformar tu bienestar emocional y mejorar significativamente tu capacidad para tomar decisiones claras y acertadas. Tómate el tiempo necesario para establecer intenciones y practicar el mindfulness , y verás cómo aumenta tu claridad mental y tu paz interior.
Si quieres aprender más sobre cómo puedes aplicar estos principios en tu vida diaria, te invito a ver el siguiente video:
2 comentarios en «Toma Decisiones con Claridad y Confianza: El Secreto del Bienestar Emocional»
Gracias Ana, seguiré tus consejos. Otra cuestión que me aborda al respecto es ¿cómo decidir o programar ese tiempo para poder dedicarlo a tu yo interior?, o lo que es lo mismo ¿qué podemos hacer para planificar “tu tiempo” pues siempre aparece como prioritario el trabajo, las tareas etc. y el tiempo para el yo interior me resulta muy difícil establecer un tiempo de dedicación?. Gracias Ana por estos post un cordial saludo
¡Hola! Me alegra saber que las recomendaciones han sido útiles para ti. Entiendo que encontrar tiempo para dedicarte a tu yo interior puede ser un desafío con todas las responsabilidades diarias. Aquí te dejo algunas sugerencias para ayudarte a planificar ese tiempo:
1. Agenda tu tiempo personal: Así como agendas reuniones o citas, reserva un espacio en tu calendario exclusivamente para ti, como si fuera una tarea diaria o una cita de trabajo. Trata de mantener ese compromiso contigo mismo. Recuerda que cuando dedicamos tiempo a nuestra parte personal, ganamos en salud, aumentamos nuestra creatividad y mejoramos la concentración, lo cual es fundamental para rendir con eficacia y ser más productivos después en el trabajo.
2. Empieza con poco tiempo: No necesitas empezar con grandes bloques de tiempo. Dedica 10-15 minutos diarios para actividades que te conecten contigo, como meditar, leer, escribir en un diario o simplemente respirar profundamente.
3. Prioriza y delega tareas: Haz una lista de tus tareas diarias y evalúa cuáles son realmente prioritarias y cuáles puedes delegar o posponer. Liberar tiempo de tus responsabilidades te permitirá tener más espacio para ti.
4. Establece límites claros: Aprende a decir “no” cuando sea necesario. Proteger tu tiempo personal es esencial para tu bienestar. Establecer limites es VITAL.
5. Incorpora actividades de autocuidado en tu rutina: Busca momentos en tu día para actividades que disfrutes y te relajen, como caminar, escuchar música…
6. Reflexiona sobre tu día: Al final del día, dedica unos minutos a reflexionar sobre lo que has hecho y cómo te has sentido. Esto te ayudará a estar más consciente de tus necesidades y a ajustar tu planificación si es necesario.
Recuerda que cuidar de ti misma no es un lujo, sino una necesidad. Dedicar tiempo a tu yo interior te ayudará a estar más equilibrada y a afrontar mejor los retos diarias. ¡Mucho ánimo y sigue adelante! Yo sé que tu puedes.
Un cordial saludo,
Ana