Cada uno de nosotros podemos tener un estilo de vida, lo importante es hacer que nuestro estilo de vida sea el que nos hace sentir bien, es por ello que si la mayoría de los días no es así, entonces es momento de reflexionar y preguntarnos qué podemos hacer para mejorar nuestro estilo de vida, empecemos el día con mejor disposición.
Objetivo: existe en Japón un lugar donde la longevidad es un hecho, Okinawa. Las personas que viven allí piensan que una de las razones para su longevidad es el “ikigai”, que es la palabra que usan para hablar del objetivo del día, es decir que el simple hecho de tener una razón para iniciar el día, nos puede alargar la vida. ¡Busca tu ikigai!
Saluda al sol: El saludo al sol está considerado como uno de los ejercicios de yoga más completos que existen, es por ello que aprenderlo y dedicar sólo diez minutos, te ayudará, a empezar el día con mucha más energía.
Ríete: basta con una sonrisa para activar nuestra energía ya que con ella empezamos a generar endorfinas estos neurotransmisores, que hace que nos sintamos con ganas de comernos el mundo. Y por favor, intentar aunque sea una vez al día, reír a carcajada, vuestro cuerpo y mente lo agradecerán.
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Música Maestro: no dicen que la música amansa a las fieras, encender la radio y poner algo de música cuando empieces el día, servirá para activarte y evitar pensamientos negativos intrusivos.
Revisa tu agenda: no seas de estas personas que piensan que el hecho de no apuntar las citas, es mejor ya que así entrenan la memoria. Esto es falso, nuestra capacidad para guardar es pequeña, hay otras opciones para entrenar la memoria, así que lleva una agenda en papel o digital, y revísela, para organizar tu día, ya está comprobado que las personas organizadas y disciplinadas, viven más, y esto sencillamente porque nos ayuda a mantener en equilibrio nuestras emociones y la ansiedad que produce cuando no hemos anotado una cita y se nos olvida.
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Oxigénate: antes de salir de casa dedica dos minutos, no te lleva más tiempo, según te levantes, respira profundamente intentando que el aíre llene toda la capacidad de tus pulmones, pon una mano en el abdomen y la otra en el pecho e intenta que el aire que inspiras levante primero la mano del abdomen. Hazlo todos los días, hasta que lo domines, con este simple ejercicio de respiración, estarás oxigenando todos tus músculos y órganos, te sentirás mejor y con ganas de empezar.
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Ana Mª Badiola Fdez. Licenciada en Psicología. Consultora, formadora y coach. Potenciar, desarrollar y guiar a aquellas personas que emprenden nuevos caminos.