Ser feliz según Aristóteles es autorrealizarse, alcanzar las metas propias de un ser humano.
Según Karl Marx, desde una alineación económica; “la felicidad es la perfección humana”. Es el propio bien del hombre, es aquello que viene de la ocupación en distintas cosas y no de la pasividad, por lo tanto, es lo que surge del trabajo y de lo intelectual.
Según algunos estudios la felicidad viene por tres vías:
- 50% de nuestra sensación de felicidad se debe a la genética.
- 10% viene determinada por las circunstancias vitales que no podemos controlar.
- 40% restante está determinado por nuestro pensamiento, nuestro comportamiento, nuestras emociones, y por tanto es este 40% el que podemos controlar y manejar para conseguir aumentar la felicidad cuando el 60% restante nos falla.
Con certeza en esta situación de crisis en la que estamos inmersos es difícil sentirnos felices, seguramente mucha gente piense que no hay demasiados motivos para sentirnos bien. Pero ya veis que aunque el 10% que se escapa a nuestro control falle, y nos quedemos sin trabajo, por poner un ejemplo muy actual hoy día en este país, estoy segura que todos nosotros, tú y yo, tenemos algo en nuestra vida que nos haga sentirnos bien. Es a eso a lo que nos tenemos que agarrar fuerte para que nuestra actitud cambie y nos sintamos motivados para seguir adelante.