Durante estos meses en los grupos de apoyo y desarrollo emocional hemos venido trabajando estrategias que nos faciliten afrontar de mejor forma las circunstancias adversas que nos ha tocado vivir.
El objetivo siempre es mantener nuestro bienestar, esto significa, crear un equilibrio entre lo que pensamos y sentimos.
Hoy os comparto aquí, cinco claves con las que dar sentido positivo a lo que nos sucede.
Conocimiento.
Saber que no está en nuestra mano controlar todo lo que nos sucede.
Descubrir qué es lo que podemos hacer en cada situación, que sólo dependa de nosotros. Cuando invertimos nuestra energía en querer resolver, cambiar o controlar aquello que no depende de nosotros, comenzamos a sufrir frustración, desgaste, desesperación, tristeza, ansiedad… emociones que nos alejan del bienestar.
Aceptación.
Una vez que sabemos en que parte de la situación podemos hacer algo, toca aceptar nuestra responsabilidad y hacer todo lo que esta en nuestra mano para mejorar o cambiar la situación negativa.
La situación es la que es, ¿qué vamos hacer con ella? Esta es nuestra responsabilidad.
Positivismo.
Cuando la situación ya es negativa, ¿para qué necesitamos seguir alimentando su negatividad?.
En todas las situaciones por negativas que sean siempre hay algo bueno que podemos sacar, aprender, experimentar.
Prestar atención a “lo bueno” de la situación activa la esperanza y la ilusión, emociones que nos mantienen en bienestar físico y mental. Dejar de prestar atención a “lo malo” aleja el estrés, los conflictos y el malestar, por tanto estaremos alejando la enfermedad.
Conexión.
Sentirnos en pertenencia a un grupo, en conexión, queridos, respetados, creando relaciones con otras personas en las mismas o diferentes circunstancias.
Esto proporciona a nuestra vida un sentido de servicio que nos hace sentir útiles y necesitados.
Recordad tenéis mucho que dar y también que recibir. Estar conectados alarga la vida y aleja la enfermedad.
Humor.
El sentido del humor es una de las herramientas que nos ayuda a navegar por las aguas más turbulentas, practicarlo es nuestra responsabilidad, ¿cómo?, relativizando en la medida de lo posible las situaciones negativas, bajando su intensidad, preguntándonos, ¿qué es lo realmente importante y qué no lo es?.
Activemos nuestro sentido del humor, y empecemos riéndonos de nosotros mismos, es la mejor forma de comenzar a quitar mucha intensidad negativa emocional a lo que nos sucede.
Quizás pienses que la teoría es muy clara y parece fácil, pero que al final en la práctica cuando las circunstancias son malas, no se puede hacer nada.
Shakespeare dijo:
“El destino baraja las cartas, pero somos nosotros quienes las jugamos”
¿Tiene sentido?
Elegir el sentido que damos a nuestras circunstancias es nuestra responsabilidad, hacernos conscientes de que nuestro peor enemigo no son las circunstancias que vivimos, sino nosotros mismos, nos ayudará a superar cualquier adversidad.
No dudes de tu poder para afrontar la vida.
Dice el escritor y conferenciante motivacional experto en liderazgo y gestión emocional, Germán González:
“Si dudas de tu poder, darás poder a tus dudas”
(De su último libro “30 Píldoras Motivacionales en tiempos de resiliencia”)
Pon en práctica estas claves en cada situación difícil que te toque vivir, y comprobarás que el camino será mucho más llevadero.
¡Comienza a construir tu bienestar!