Cuando arrancamos la segunda edición de Atrévete a ser quien eres sin miedo, no imaginaba lo profundamente transformador que sería este viaje, tanto para ellas como para mí. Hoy, con la emoción aún a flor de piel, quiero compartir un poco de lo que hemos vivido juntas.
Cada una llegó con su historia, su mochila de experiencias y, sobre todo, sus miedos. Miedos al juicio, al fracaso, a no ser suficiente. Pero también llegaron con algo más: esa chispa interna que les decía “quiero algo diferente, quiero ser yo sin miedo”. Y eso fue lo que hizo que este grupo fuera tan especial.
Hemos trabajado desde lo esencial: entender quiénes somos más allá de los roles, conectar con nuestras emociones, transformar creencias limitantes, y finalmente, liderar nuestras vidas desde nuestra esencia, no desde el ego. Fue maravilloso ver cómo cada una iba dejando a un lado esas barreras invisibles que tanto peso tenían.
Hubo muchas reflexiones, algunas quedarán para siempre.
“Me doy cuenta de que, cuando dejo de enfocarme en lo que no controlo, me libero. No todo está en mis manos, pero lo que sí lo está, lo puedo transformar.”
Otra reflexión potente fue:
“El miedo siempre exagera, pero ahora sé que puedo mirarlo de frente y avanzar a pesar de él.”
Verlas abrazar esta idea, pasar de la parálisis al movimiento, fue de lo más enriquecedor. Todas coincidieron en algo al cierre: lo importante no es no tener miedo, sino aprender a caminar con él como un aliado más.
Para cerrar el programa una alumna compartió esta canción “Me Prometo” de Antonio Molina. Esta canción, con su letra tan llena de compromiso y amor propio, se transformó en un anclaje para todas. Realmente al escucharla juntas en la última sesión me llenó de emoción ademas de hacernos recordar que el liderazgo personal empieza por prometerte a ti misma que no te vas a fallar. Que vas a elegirte, aunque a veces duela.
Y es que este programa no es solo teoría o ejercicios, es una experiencia que te empuja a verte como nunca antes te habías mirado. Es un espacio para decidirte a ser, sin pedir permiso, sin esperar el momento perfecto.
Hoy puedo decir que cada una de ellas se lleva un pedacito de su mejor versión. Algunas aún están en el camino, pero lo bonito es que ya han empezado. Y qué inicio más hermoso ha sido.
A ti, que lees esto y quizá te identificas, te pregunto: ¿qué promesas estás dispuesta a hacerte a ti misma?
Marzo de 2025 está a la vuelta de la esquina, y la tercera edición será aún más especial. No te quedes con las ganas de descubrir todo lo que puedes ser.
Prométetelo. ❤️