En los últimos tiempos la realidad virtual con su crecimiento exponencial, parece haber eclipsado por un segundo a ese mundo real al que solemos denominar “OFF LINE” como contraposición al ON LINE.
Ahora bien después de llevar un tiempo observando y visualizando los diferentes comportamientos que realizan los social phenomena de las redes, podemos enumerar una serie de rasgos que los definen y suelen presentarse de manera simultánea en aquellas personas que ejercen un liderazgo en el social media.
Antes de nada debemos matizar que en buena parte de los casos, el liderazgo social y la reputación on line, suele acompañarse y simultanearse con una óptima sociabilidad en la vida cotidiana que suele extenderse a la red social. Cada vez estas realidades que parecían opuestas son complementarias y extensivas de la misma cosa el ser social, aquel “zoon politikon” de Aristóteles que no se refería jamás a la capacidad política, sino a la compleja dimensión social entendida como la capacidad de relacionarse con sus semejantes y través de esta relación entablar y favorecer la organización en redes más o menos complejas y en su beneficio.
Curiosamente no hemos inventado nada, sino más bien hemos remasterizado aquella versión antigua o intemporal de la misma cosa: la función de relación, cuya importancia ya había sido visibilizada en la Antigüedad.
Veamos estos rasgos:
1.- La Empatía es su clave: Identifica las realidades de “los otros”.
El grado de sociabilidad de una persona, depende en buena medida de su capacidad de observar y conectar con otros seres humanos de ser capaces de ponernos en su lugar y ver desde el otro lado.
Generalmente estas personas son más tolerantes con los demás, y no porque resulten escasamente perfeccionistas, sino porque son capaces de alcanzar un rendimiento mayor basado en la motivación personal. De igual modo que pueden comprobar que no todas las realidades personales son iguales y que cada persona posee en un momento determinado unas limitaciones, etc.
2.- Impecable en formas.
Las reglas sociales nos suelen mostrar qué cosas funcionan a los demás y cuáles no. Estas personas suelen hacer que sea fácil negociar con ellas, o expresar un error de los demás sin que esa circunstancia implique una dialéctica de conflicto o descalificación.
Este rasgo es lo que se denomina asertividad, y es la herramienta social que facilita el diálogo el intercambio de ideas, y más importante aún que la otra persona esté más receptiva a consejos y correcciones.
3.- Incluyente no excluyente.
Hay un gran número de personas actuando en diferentes redes sociales que generalmente se limitan a “soltar su rollo”, pero pocas veces se detienen a abrir los ojos ante los demás y realizar aportaciones de los intereses, gustos o problemas que presentan los demás.
4.- Reconoce aspectos positivos más allá de las críticas.
Encajar las adversidades u opiniones contrarias es una habilidad social compleja y que nunca resulta fácil más aún si nos referimos a la dialéctica que ofrecen algunas personas que abusan de insultos, utilizan un lenguaje crispado con demasiadas signos de entonación y agresividad en general.
Por ello este tipo de líderes suelen dar la cara y afrontar con asertividad este tipo de cuestiones que a veces no resultan nada sencillas. Un buen truco consiste en no responder comentarios en caliente, especialmente aquellos que son insultos, injurias calumnias etc, y posteriormente pensar la respuesta de una manera en la que no evitemos entrar en la cuestión pero que responsamos sin agresividad etc.
En ocasiones y dependiendo de las prácticas de los interlocutores quizá resulta conveniente ignorar de manera deliberada ese de tipo de comentarios hirientes, bloquear a esas personas etc.
5.- Tiene amigos reales.
Los auténticos líderes sociales nunca suelen ser frikis de la web 2.0. es decir no se limitan a manejar las redes o tener un foro o un blog, van más allá…
Estos líderes son personas con una gran dimensión social en el mundo real, es decir tienen más allá de la pantalla. Suelen acudir a foros presenciales y se esfuerzan por dinamizar , conectar y crear sinergias.
6.- Interactúa en contenidos, es generoso/a compartiendo y recomendando las publicaciones ajenas.
El liderazgo real y social no es gollum, es decir presenta lo suyo lo comparte y además dinamiza y comparte de los demás, practica de manera frecuente el “quid pro quo”, circunstancia que posibilita el trabajo en red.
7.- Procura evitar charcos de los que resulta difícil salir.
Gestiona bien sus palabras, por supuesto no dice tacos ni descalifica, utiliza las redes sociales en sentido amplio y no sólo para exponer quejas.
Ser líder social no implica tener agregados a muchos amigos sino que aquellos que tienes valor en tus publicaciones, y este tipo de críticas constantes plañideras suelen terminar en bloqueo por “pesado”.
8.- Actúa de manera genuina.
Expone sus ideas, sus valores, muestra sus sentimientos de manera no sensiblera. Generalmente la autenticidad es altamente valorada en las redes sociales, y va más allá de la retórica y de lo políticamente correcto.
9.- Se replantea el por qué de los fallos y analiza.
El auténtico líder va más allá, no se atrinchera limitándose a “echar la culpa” a los otros. Las circunstancias adversas suceden por varios factores y la autocrítica siempre viene bien desde la humildad y como aprendizaje.
Todos vivimos y experimentamos en el día a día, pequeños fracasos que tal vez conviene revisar y mejorar para reinventarnos y hacer las cosas mejor.
10.- Es un fenómeno social apreciado en el mundo real.
Estos líderes triunfan en la sociabilidad real, tienen capacidad de escucha y muchos menos no se sienten ni amenazados ni agredidos de contaminarse con otros mundos.
Los verás con amigos en fiestas, y eventos siempre conocerán a alguien o se integrarán aunque no conozcan, necesitan ver gente , oler gente y mezclarse con gente, tomarse un café o parecido y hablar de tú a tú aunque hablemos de negocios.
Suelen moverse como peces en el agua en las distancias cortas.
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ESCRITO POR
Flor González Díez. Licenciada en Derecho. Asesora jurídica y financiera. Guiar, orientar y mentorizar a emprendedores para que sean protagonistas de sus proyectos “Do it yourself” .
