Trabajando con mujeres durante tantos años, me ha hecho darme cuenta que en muchas situaciones lo que impide que avancemos más somos nosotras mismas. La confianza en nuestras posibilidades es algo que no nos han enseñado cuando éramos pequeñas, sino que en la mayoría de los casos se nos enseño mas a tirar la toalla que a mantenerla bien sujeta has lograr el objetivo.
¿Por qué?
No me gusta mucho preguntar los ¿Por qué? de las cosas pero en este caso, yo he conseguido responderme. Es más fácil tirar la toalla que mantenerla sujeta durante el tiempo necesario para conseguir nuestro objetivo, es decir, que requiere menos tiempo y esfuerzo lo primero que lo segundo.
Y esto lo único que ha hecho es generar un conformismo y un “ni siquiera lo intento”, que ha logrado convencernos de que realmente es mejor tirar la toalla.
¿Cómo cambiar esta creencia, por la de “siempre hay una opción antes de tirar la toalla”?
Es complejo o lo hacemos complejo, porque si lo miramos bien es más sencillo de lo que parece.
Sin embargo desde la infancia nos han convencido, que todo es más difícil de lo que realmente es, y con esto cuando crecemos, aunque algo sea sencillo nos ocupamos nosotras mismas de hacerlo complejo.
Tenemos creencias aprendidas y habituales que nos impiden mantener la toalla sujeta.
Aprendidas, porque seguramente a lo largo de tu vida lo hallas oído muchas veces, “donde vas, eso no es para ti”, “tú no tienes esas capacidades”, “si tú no sabes cómo….”, “no lo vas a conseguir, deja de intentarlo”
Todo esto que hemos oído se ha interiorizado tan dentro de ti, que se ha convertido en un hábito de pensamiento, que cada vez que te propones algo salta como un resorte, para recordarte que no lo hagas porque no lo vas a conseguir, y que si no lo consigues a la primera, es mejor dejarlo.
¿Sinceramente crees que es mejor dejar de intentarlo?
Me dirás que si llevas tiempo intentando conseguir algo y no lo has hecho es mejor dejarlo que seguir dándote con la pared una y otra vez.
Claro está, que ese no es mi propósito.
Mi propósito es que aprendas a ver que antes de tirar la toalla, te sientes a reflexionar cuales son las causas por las que no llegas a tu objetivo, con lápiz y papel, y una vez que identifique que es lo que hay en ese camino que no deja que llegues al objetivo, entonces empieza a ver que otras rutas puedes seguir.
Ahora me dirás que mirando todas las rutas no llego a ese objetivo.
Pero yo sigo insistiendo porque se que tu puedes ver mas allá, y te digo que es posible que no exista un camino para llegar a ese objetivo.
¿Qué hago entonces Ana?
Como siempre hay una opción, ahora toca reflexionar si mi objetivo puedo dividirlo en objetivos más pequeños que pueda conseguir y me faciliten ir acercándome poco a poco a mi meta mayor.
Si no podemos conseguir todo a la primera, ¿Qué importa? Pues a la segunda, o tercera, ¿Qué es lo importante? Llegar a nuestro objetivo, no perderlo de vista, y tomar las rutas, desvíos, o trazar nuevos caminos que nos lleven a él.
¿Estás dispuesta a no tirar la toalla?
Ana Mª Badiola Fdez. Licenciada en Psicología. Consultora, formadora y coach. Potenciar, desarrollar y guiar a aquellas personas que emprenden nuevos caminos.