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¿Conoces tus frustraciones?

Todos y todas hemos sentido frustración en nuestras carnes y sabemos que uno de los síntomas característicos es la ansiedad. Precisamente es para luchar contra la ansiedad, y no contra la situación que provoca la frustración, que ponemos en marcha los mecanismos de defensa.
La frustración no es más que una respuesta emocional que aparece cuando no logramos satisfacer un deseo, anhelo, objetivo o meta. Conocer a fondo cómo reaccionamos ante ella, es la mejor manera de luchar contra ella. 

“Tener conciencia de casi todo y control de casi nada es una de las principales causas de los miedos, incertidumbres y frustraciones que angustian al ser humano.”
José Luis Rodríguez Jiménez

Cómo reaccionamos ante la FRUSTRACIÓN:

  1. Reacción: este es el primer mecanismo de defensa, las personas actúan de forma contraria a lo debería ser.
  2. Desplazamiento: radica en trasladar los sentimientos negativos que nos provoca la frustración hacia una persona que nada tiene que ver. Paga siempre el que más cerca tenemos.
  3. Proyección: La proyección consiste en cargar nuestros sentimientos y pensamientos negativos a otra persona.
  4. Fantasía: Con este mecanismo de defensa lo que hacemos es negar la realidad, e imaginar soluciones imposibles de realizar.
  5. Negación: negar la realidad, de forma inconsciente, sobre la situación que nos produce la frustración, es otra forma más habitual de lo que quisiéramos para encontrar soluciones, pero que no suele ser eficaz como ya hemos comprobado seguramente.
  6. Regresión: muchas veces reaccionamos como si tuviéramos cinco años, a veces la frustración es tan grande que lo único que podemos hacer es llorar a moco tendido. Por eso se habla de regresión, actuar con pautas de conductas típicas de una edad evolutiva inferior a la que tenemos.
  7. Sustitución: consistente en cambiar la situación frustrante por otra que no lo sea.
  8. Racionalización: os suena ¿verdad? lo hacemos todos con frecuencia, buscar de forma inconsciente, justificación para la situación frustrante, el problema mayor de esto es que la justificación que buscamos no suele ser veraz.
  9. Introyección: miramos las conductas que realiza nuestro amigo o compañero de trabajo o vecino, y la asimilamos como nuestra ya que pensamos que es la conducta ideal para nosotros.
  10. Represión: por último no hace falta mucha explicación, reprimir los sentimientos es algo habitual en todos nosotros sobre todo cuando, una situación que nos produce frustración nos hace tener sentimientos de vergüenza, reprimir es la forma que encontramos para sobrellevar muchas de estas situaciones.

Llegamos al final de este post, esperando que el hecho de conocer nuestras reacciones nos ayude a enfrentarnos mejor a las situaciones que nos las produce, en este caso la Frustración.

ESCRITO POR

Ana Mª Badiola Fdez. Licenciada en Psicología. Consultora, formadora y coach. Potenciar, desarrollar y guiar a aquellas personas que emprenden nuevos caminos.

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